humano, de corazón de oro, de sentimientos diamantinos e índice cristiano, sino Chinandega en su conjunto. Sentimos la acción de la parca, que con su guadaña también ha lastimado el estuche de nuestros sentimientos.
martes, 31 de mayo de 2016
Página de Gratitud.
En ocasión del 66 Aniversario de la fundación del Colegio Mercantil de
Occidente (1950-2016) damos a conocer un artículo que fue dedicado a la Prof.
Carmelina Dávila de Tigerino en ocasión de sus honras fúnebres.
Por: Lic. Pedro
Rafael Díaz Figueroa.
“A lo lejos
alzábanse los muros
de la ciudad teológica,
en que vive
la sempiterna paz.
La negra barca
llegó a la ansiada
Costa, y el sublime espíritu
gozó la suma
gracia.”
R. Darío.
En
la muerte de una humilde y humanista educadora, escribo al ejemplo permanente
de Doña Carmelina – Hija Dilecta de Chinandega – quien a través de 47 años de
labor: formativa, profesional y cultural supo decir con paciencia, tolerancia y
sabiduría; se hace patria, haciendo el bien común; se ama a Dios, amando y
sirviendo a la juventud, al prójimo y a la comunidad.
No
sólo el Colegio Mercantil de Occidente, de Chinandega, ha perdido un gran valor
humano, de corazón de oro, de sentimientos diamantinos e índice cristiano, sino Chinandega en su conjunto. Sentimos la acción de la parca, que con su guadaña también ha lastimado el estuche de nuestros sentimientos.
humano, de corazón de oro, de sentimientos diamantinos e índice cristiano, sino Chinandega en su conjunto. Sentimos la acción de la parca, que con su guadaña también ha lastimado el estuche de nuestros sentimientos.
Doña
Carmelina Dávila de Tigerino, padeció y sufrió cristianamente, alimentada por
su elevada fe para crecer en Cristo, ahora se ha elevado más su ejemplo, sus
méritos
tan gloriosos exigen e invitan al estudio, la reflexión, y superación
espiritual y académica; principalmente a la juventud, a quien brindó alto
porcentaje de las bellas flores de su vida.
Fue
algo hermoso, trascendente, y lírico; vivir y observar la mañana del 22 de
diciembre de 1997, el desarrollo de la velada fúnebre en el Colegio, el cortejo
fúnebre, la Santa Misa concelebrada en el templo de San Antonio, el responso en
la Iglesia de Guadalupe; luego el recorrido hasta el corazón del Camposanto y
posteriormente al abrazo definitivo de la madre tierra. Ya su alma había
recorrido el sendero luminoso, para ubicarse en la actividad infinita, en la
Dimensión Celeste, lugar que está reservado a los seres que cumplieron las
máximas del Divino Maestro: Cristo Jesús; que aceptaron con paciencia
Franciscana, los sufrimientos de este paréntesis terrenal.
Un
acontecimiento luctuoso, lleno de sinceridad, de gratitud y amor. ¡Honor y
gloria a doña Carmelina!. Y al núcleo familiar Tigerino-Dávila os invito a la
aceptación nazarena.
Por
haber sido fundadora, primera directora del CMO, y mantener muy en alto los
valores y la ética profesional, en 1970 la Corporación Municipal de Chinandega,
le otorgó el título honorífico de: HIJA DILECTA DE CHINANDEGA.
“¡Cuánto
calienta el alma un frase, un apretón de manos a tiempo!”